GAFITAS O EL CUIDADOR DE LA BOTA
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iempre que pasás o te quedás un
rato en la Bota del Día, ese mall bullicioso de Envigado, lo ves de un lado
para otro y hasta se te hace parecido a muchos hombres que eligen por oficio el
cuidar los carros de quienes rumbean en nuestra ciudad. No le molestan los apodos, incluso le
divierten, muchos lo llaman Leonel, el escamoso o gafitas, pero lo que pocos
clientes constantes, jóvenes y no tan jóvenes que llegan a tomar una cerveza en
alguna de las licoreras del lugar, a comer y a ver niñas lindas y con poca
ropa, de la Bota del Día saben es que se
llama Carlos Humberto Peláez Molina.
Carlos, es un hombre de treinta y
nueve años, piel blanca, un tanto robusto,
de abundante cabellera negra y ondulada, y gafas de gruesos lentes a los
que les debe de alguna forma su apodo de pila Gafitas; que todas las
noches frías o calurosas desde hace cinco años se le puede ver trabajando muy
enérgico en medio de los carros, los jóvenes y la música que se oye a fuerte
volumen en cada una de las licoreras del lugar, con su dulceabrigo rojo al
hombro, un pequeño pito negro de esos que en alguna época de su vida fue usado
para pitar algún cotejito de fútbol o un partido de básquet, con el que le
avisa a alguno de los visitantes de las licoreras que ¡por favor mueva el carro
que el de adelante va a salir! y un chaleco reflector un tanto descolorido por
el paso del tiempo pero que aún le sirve para que los conductores lo distingan
en el pequeño parqueadero o en la calle cuando sale para guiar alguno de los
carros que abandonan el lugar para darle paso a otro nuevo visitante de la
Bota.
Gafitas, tiene dos hijos con Ana María
Otálvaro, Juan Carlos de catorce años y Sebastián de doce, y tiene la fortuna o
la desdicha de vivir en dos casas “Cuando me va bien me voy para la casa de los niños, vivo con
los suegros en la Loma de los Parras, en
el Poblado; y cuando el trabajo es suave, que no aguanta pagar taxi me quedo en
la casa de mi papá aquí mismo en Envigado, aquí a las dos cuadras y media del
mall.”
Si siempre lo ves y lo saludás podés
ver en sus ojos y en sus historias que es una persona llena de ilusiones y con
ganas de superarse – es esa superación la que le inculca a sus ayudantes, dos
pequeños niños que lo ven como su patrón pero a la vez como un papá – Gafitas
es de esas personas que podríamos llamar
todo terreno, que le llama la atención la mecánica automotriz, que le gustan
las cometas - en la casa de su papá
tiene un taller de éstas –que ha participado en festivales con ellas en tiempos
buenos como Enero y Agosto; que le gustaría terminar su bachillerato y estudiar
mecánica automotriz pero que, más que
nada le gusta la plata, pero ¡la plata bien ganada! por eso trabaja
desde chiquito; aunque por esas cosas de
la vida después de trabajar en el Supermercado el Baratillo, en Gases de
Antioquia, en el Éxito por catorce temporadas y en Susaeta, como archivador de
montajes, vino a dar aquí, a la Bota donde todos rumbean mientras él trabaja con gran dedicación porque si sos cliente asiduo de la Bota, te va a
distinguir y cuando no llevés tu carro te va a preguntar ¿dónde dejó el carrito
hoy? ¡Como a mí! y te vas a dar cuenta que con eso se ganó tu corazón (al menos
el de las mujeres) porque sabés que no sos uno más de los que llega y se va, que Gafitas siempre va a estar
pendiente de vos y de lo que necesites así sea el huequito pa´ meter el
carro. .
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